"La tierra es una gran madre, que nunca se queja, (...) que nos da todo, sin pedir nada a cambio". Son palabras de Félix Rodiguez de la Fuente, un ser humano inconfundible e irrepetible, y una persona excepcional que durante años cautivo a toda una generacíón.

 

Félix concitaba a familias enteras frente a la tele, la radio, las plazas... Con su voz su entusiasmo, sus mensajes, pero sobre todo con su ejemplo. Siempre soñó con crear un pacifico ejército capaz de defender a esa madre que tan cruel e injustamente estamos tratando. Porque Félix superaba sus escasos momentos de fatiga pensando en los más jóvenes, en esos niños a quienes pertenece la naturaleza, y a quienes no queremos dejar una tierra malherida y agonizante.

 

Por esta razón, cercano ya el noventa aniversario de su nacimiento, hay que seguir en la tarea de revitalizar su mensaje, luchando contra los riesgos y peligros que amenazan el planeta, protegiendo a los animales en peligro de extinción, contando con la sabíduria de las aves como indicadores de la salud de nuestros ecosistemas, recuperando la cultura conservacionista de los pueblos indígenas, generando una cantera de divulgadores que, desde cualquier lugar del mundo, unan fuerzas por la conservación activa de la Tierra... Son metas que fueron el motor que llevo a Félix a viajar por muchos países, a compartir y colaborar con los colegas más prestigiados en el mundo.

 

Sí, debemos recuperar un mensaje que late con fuerza, proclamando que, hoy en día, Félix Cuenta, sin ninguna duda, y más que nunca.